Este libro “pequeñito pero matón” como lo llamaría yo, es una especie de profunda y elaborada crítica del Arte actual. Atraviesa barreras muy delicadas entre conceptos filosóficos y los tenues límites de lo que es el arte, el artista y el público. A veces se trata de una crítica positiva y otras bastante negativa. Pero sobre todo bajo mi punto de vista pone bajo juicio conceptos extremos y contradictorios. De hecho así empieza el discurso:
El “Shock” de lo real. Y se habla de dos términos artísticos que persisten en el Occidente actualmente: la apariencia, que se podría comprar con la estética y la perfección, algo puramente “bonito”; y la experiencia de lo real, obras que producen un enfrentamiento puramente chocante a lo que se refiere la percepción del espectador, pretende causar ese shock. Y de este modo esos dos términos siempre están en lucha y ninguno es combatido.
El realismo así se disuelve en las “categorías de asco” o la muerte y el sexo, propuestas por Los activistas vieneses. Y a la misma vez ese realismo se podría situar en tres escenarios según Lacan:
Simbólico, imaginario y real. La cuestión ahora es ¿Cómo permanecer en el escenario de lo real?... y Lacan asimismo afirma que el arte no puede pertenecer a lo real sino siempre a lo imaginario.
A parte de disolverse en las categorías de asco y diferentes escenarios, la extremidad del realismo abarca otros terrenos como la moda y la comunicación. La moda asimismo trastorna la fuerza de lo real y la comunicación nunca puede disolverse en el arte porque tiene infinidad de interpretaciones.
A continuación el filosofo y escritor Roland Barthes se plantea lo siguiente:El placer como el gozo y la obra como el texto. Es decir el gozo ,admite el, que puede estar ligado al masoquismo, como a la moda así como al dolor. Y yo digo que de este modo cualquier deseo humano podría ser el goce, así como estar hambriento. La cuestión es que el texto es autónomo e independiente de la subjetividad de quien habla o de quien escucha, de quien lee o escribe. Se cumple asi un cambio importante para la estética: el paso del “yo siento ” al de “se siente”. Todo el ámbito de la afectividad y de sensibilidad se disloca en el espacio neutro del texto.
En ese espacio neutro es donde también se coloca la objetividad según Barthes, o la llamada “époje” o suspensión.
Sex – appeal de lo inorgánico otro de los determinantes para clasificar nuestro arte actual: en este caso viene siendo El realismo psicótico : El naturalismo se ha radicalizado.!!!! Tanto en la literatura, como en el arte(los accionistas vieneses) y sobre todo en el cine y en el video. Pero también hay que decir y no siempre lo que vemos es cierto ya que se puede manipular hoy en día cualquier cosa por ordenador, así se puede decir que la electrónica es la que liquida el naturalismo.
“Despues de lo moderno aparece lo posmoderno, ¿y después de lo posmoderno?”…..pues ya se verá no?...Aquí se discute mucho la diferencia entre lo moderno y postmoderno; y otro aspecto al que yo nunca había prestado atención, y es que constantemente estamos comparando el presente con el pasado dándole al presente un carácter subestimado y humillado frente al pasado. Y se proclama liberarse de esa atadura al pasado para poder avanzar…
Y ahora podría hablar sobre Warhol y su cinismo, o de Nicolas Philibert y su cine para sordos,
o de la filosofía y el arte de Lyotard que decía:“El pensamiento es una arte porque desea hacer “presentes” los otros pensamientos que esconde y no piensa. En el arte como en el pensamiento, hay un objetivo: el deseo de significar hasta el límite la totalidad de los significados.”…etc,etc. Este discurso podría ser infinito desembarcando en cada instante en otras ramas humanísticas, pero iré concluyendo con la Internacional situacionista de Debord y su sociedad del espectáculo, en la que explica la mutación que el capitalismo hace del pensamiento a través del espectáculo (la apariencia, la imagen), como sustrato ideológico de dominación.
Precisamente ese espectáculo tenemos actualmente y al que hay que prestar la El placer como el gozo y la obra como el texto. Es decir el gozo ,admite el, que puede estar ligado al masoquismo, como a la moda así como al dolor. Y yo digo que de este modo cualquier deseo humano podría ser el goce, así como estar hambriento. La cuestión es que el texto es autónomo e independiente de la subjetividad de quien habla o de quien escucha, de quien lee o escribe. Se cumple asi un cambio importante para la estética: el paso del “yo siento ” al de “se siente”. Todo el ámbito de la afectividad y de sensibilidad se disloca en el espacio neutro del texto.
En ese espacio neutro es donde también se coloca la objetividad según Barthes, o la llamada “époje” o suspensión.
Sex – appeal de lo inorgánico otro de los determinantes para clasificar nuestro arte actual: en este caso viene siendo El realismo psicótico : El naturalismo se ha radicalizado.!!!! Tanto en la literatura, como en el arte(los accionistas vieneses) y sobre todo en el cine y en el video. Pero también hay que decir y no siempre lo que vemos es cierto ya que se puede manipular hoy en día cualquier cosa por ordenador, así se puede decir que la electrónica es la que liquida el naturalismo.
“Despues de lo moderno aparece lo posmoderno, ¿y después de lo posmoderno?”…..pues ya se verá no?...Aquí se discute mucho la diferencia entre lo moderno y postmoderno; y otro aspecto al que yo nunca había prestado atención, y es que constantemente estamos comparando el presente con el pasado dándole al presente un carácter subestimado y humillado frente al pasado. Y se proclama liberarse de esa atadura al pasado para poder avanzar…
Y ahora podría hablar sobre Warhol y su cinismo, o de Nicolas Philibert y su cine para sordos,
o de la filosofía y el arte de Lyotard que decía:“El pensamiento es una arte porque desea hacer “presentes” los otros pensamientos que esconde y no piensa. En el arte como en el pensamiento, hay un objetivo: el deseo de significar hasta el límite la totalidad de los significados.”…etc,etc. Este discurso podría ser infinito desembarcando en cada instante en otras ramas humanísticas, pero creo que iré concluyendo con la Internacional situacionista de Debord y su sociedad del espectáculo, en la que explica la mutación que el capitalismo hace del pensamiento a través del espectáculo (la apariencia, la imagen), como sustrato ideológico de dominación. Y creo que esa es la preocupación pero eso en el arte, en la política y en todo. Un gran grado de apariencia es lo que hemos dominado bien durante los últimos años.
"Nos hemos disuelto en una relación entre individuos, mediada por la imagen"afirmaba Debord. Y es eso que es necesario de recuperar la autenticidad y lo real, pero las dos cosas sin extremos, que lo extremo es algo en lo que es fácil recaer. Y tampoco me refiero hacia atrás en el tiempo cuando digo recuperar. Sería un recuperar nuevo y positivista, porque ya decía Van Gogh el más desgraciado de los artístas en vida :
¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?